jueves, 18 de noviembre de 2010

Sentía (Mecano)


Hace años, la muchedumbre lanzaba vítores al verdugo y llegaba desde muchas jornadas de camino para ver el trágico final de algún distraído que se dejó capturar. Hoy en día, cuando uno está que revienta, la muchedumbre trata de consolarnos mostrándonos la tierra prometida que nunca ha de llegar, la recompensa que -si llega- resulta trivial e irrelevante o la auto-sobrevaloración con la cual deberíamos protegernos de la realidad cuando llegue a puyarnos con sus lanzas.

Claro, si uno es difícil de encandilar con esos esplendores de mentiritas, puede decir simplemente la mejor frase de la canción que traigo hoy: No me pidan que sonría, y con eso se van a aturdir a otra persona.

Deliciosa y sutil, esta es una canción con la cual se conmovería un húngaro que no supiera nada de estañol, qué bien lograda la guitarra, que parece andar de puntilla para no molestar (Algo que deberían aprender unos cuantos que resultan llegando a sacarnos una sonrisa de donde no hay con qué)


Sentía (J. M. Cano)

Sentía mucho por ti
y ahora, que siento igual de mucho,
no lo sé dividir.

Sentía que no perdía nada
buceando entre tus piernas
sin medir la brazada.

Se siente,
ahora juego de suplente;
que el que siente no presiente,
y de tanto que sentía,
no sentí que te perdía.

Yo sentía que sentía
por tu carril.
Sentía la incauta miopía
de no ver tu perfil.

Te dabas para no dar la cara,
que me ibas dando cuerda
para que yo me ahorcara.

Se siente,
ahora juego de suplente,
que el que siente no presiente,
y de tanto que sentía
no sentí que te perdía.

Yo sentía que sentía.

Se siente
tu sonrisa disidente,
coqueteando con la mía,
a mandíbula batiente.

Soy un diente sin encía.
No me pidan que sonría.
Que estoy triste
vida mía




Para resaltar:
No me pidan que sonría

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