sábado, 26 de diciembre de 2009

La Navidad de Luis - Leon Gieco

Claro, en esta época que el triste es más triste, el pobre es más pobre, el solitario se siente aún más solo (A menos que haya sido sensato y haya dejado de importarle las pendejadas habituales de este mes) y el ignorado lo es aún más (Especialmente si e comienzan a llegar cientos de correos cadena celebrandole la navidad y deseándole venturoso año nuevo), es obvio que no va a faltar el que quiera mandar todo al cuerno de una vez por todas. Por eso quise traer al blog una canción sobre el tema, y esta canción no será "Navidad sin tí" de los Bukis (que parece, ¡oh infortunio! jamás pasará de moda), ni "Esta navidad no es mía" de Darío Gómez, ni "El ausente" de Pastor López ni ninguna de esas que exacerba las cursilerías decembrinas.

Y es que éstas canciones son tan específicas que en enero, una vez dejan de sonar, ya a nadie le importa dónde está el ausente ni nadie recuerda el día en que te perdí. Lo volverán a hacer en once meses y mientras tanto se seguirán las broncas, envidias y odios que se tomaron la tregua de temporada.

Por eso la canción de hoy no podía pertenecer a ese montón. Más bien, es una canción que le da la espalda a esa sobredimensionada importancia, dignamente, con gallardía (Como en el esgrima). Luis simplemente dice "Mi vida no es de navidad", y ante los regalos de la señora -(que cree que el problema se soluciona con un regalo de pan y vino) dice simplemente "Mi padre me dará algo mejor".

Yo invitaría a muchos a aprender de Luis, para que dejen tanta lloradera sin sentido, para que con dignidad rechacen a quienes creen que el problema se soluciona con pan y vino o con una tarjeta de gusanito.com.
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LA NAVIDAD DE LUIS (LEON GIECO)

Toma Luis, mañana es Navidad
un pan dulce y un poco de vino
ya que no puedes comprar.
Toma Luis. llévalo a tu casa
y podrás junto con tu padre
la Navidad festejar.
Mañana no vengas a trabajar
que el pueblo estará de fiesta
y no habrá tristezas

Señora, gracias por lo que me da
pero yo no puedo esto llevar
porque mi vida no es de Navidad
Señora, ¿cree que mi pobreza
llegará al final comiendo pan
el día de Navidad?

Mi padre me dará algo mejor
me dirá que Jesús es como yo
y entonces así podré seguir viviendo


PARA RESALTAR:

¿Cree que mi pobreza llegará al final?

jueves, 17 de diciembre de 2009

Rompecabezas (Aterciopelados)

Parecerá curioso que en este blog haya una canción con una letra que pudiera parecer optimista por los buenos deseos que se quiere augurar la cantante que anuncia al mundo entero que comienza una nueva vida en la cual no habrá las malas noticias a las que se habituaba. Sin embargo, todo el marco previo deja claro que ese optimismo es si acaso un recurso retórico para no ir a saltar del puente más cercano, pues la canción entera es una oda al desasosiego y a todo lo bajo que se puede caer por alguien. No vale decir que se irá bien lejos, por muy a los gritos que se diga, si existe ese subtexto de indefensión ante la tentación de caer en lo que la está matando. Le pasa a los ludópatas, a los alcohólicos, a todos los adictos, y le pasará nuevamente a la vocalista.

La canción completa es cantada en el momento es que se ha tocado fondo, en el que no pude haber más humillación porque se llegó al límite, en el que se está tan pero tan mal que cualquier cosa que se haga será para mejorar, incluso buscar el árbol más cercano para colgarse de él.

Cántenla a los gritos, que esta canción se lo merece.
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ROMPECABEZAS

Y es que fueron, fueron tus abrazos
Que como sablazos me hicieron pedazos
Afiladas fueron tus miradas
Quedé destrozada y en llanto inundada
Roja y loca, la flama de tu boca
Me quemó, y apagarme me toca

Empiezo una nueva vida
Un rompecabezas que tendré que armar
Bien lejos, lejos de su influjo
Esa cruel fragancia que invadió mi ser

De la maleza surgieron tus promesas
Germinando tristeza en mi cabeza
Tu bajeza me tomó por sorpresa
Para lastimar, tienes mucha destreza
Que delicia fueron tus caricias
Mala noticia, eran pura malicia

Empiezo una nueva vida
Un rompecabezas que tendré que armar
Bien lejos, lejos de su influjo
Esa extravagancia que torció mi fe

Ya no quiero ir hacia usted corriendo
Ya no quiero más gritar su nombre

Bien lejos, lejos de su influjo
De la casi muerte, que fue su querer
Empiezo...




Para resaltar:
Ya no quiero ir hacia usted corriendo
Ya no quiero más gritar su nombre