A veces, estás ganas de mandar todo al cuerno tienen motivaciones bastante intangibles. No se trata entonces del berrinche por noticias infaustas e inesperadas, que se pueda ubicar con precisión en el calendario; tampoco se trata de un rosario de motivos definidos que han hecho que a nuestro ánimo se le agüe la sopa.
La canción de hoy tiene el aire apagado y melancólico que estas metáforas traen, sin dejar claro los motivos por los cuales te recuerdo y te lloro en cada tango, como si no solamente tu voz sino el mundo y la historia entera hubieran sido cubiertas por un velo de silencio.
La canción de hoy tiene el aire apagado y melancólico que estas metáforas traen, sin dejar claro los motivos por los cuales te recuerdo y te lloro en cada tango, como si no solamente tu voz sino el mundo y la historia entera hubieran sido cubiertas por un velo de silencio.
Muchas veces nos ha pasado que una presencia inexplicablemente nos desdibuja la sonrisa del rostro y no sabríamos explicar por qué. A todos los que nos ha pasado va dedicada desta canción.
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Eras como la flor - (Mario Cesar Arrieta)
Así, así quedaste en mí
clavada en la raíz remota del recuerdo.
Todo pasó, y un velo de silencio
cubrió tu voz, tu antigua voz sin eco.
Así, así te llevo en mí,
porque tenías corazón de tango
y sangrabas de amor sobre mi piano.
Eras como la flor y los caminos:
fragancias y color ¡que no eran míos!
Te quise para mí y eras del aire
y del viento, la lluvia y el rocío...
Eras como la flor y los caminos.
Así, así te conocí
con tu pasado gris desnudo en el teclado.
Y el corazón, alondra volandera,
abierta en flor al filo de las penas.
Y así, desde que te perdí,
desentrañando tu destino en notas.
Te recuerdo y te lloro en cada tango
Para resaltar:Eras como la flor - (Mario Cesar Arrieta)
Así, así quedaste en mí
clavada en la raíz remota del recuerdo.
Todo pasó, y un velo de silencio
cubrió tu voz, tu antigua voz sin eco.
Así, así te llevo en mí,
porque tenías corazón de tango
y sangrabas de amor sobre mi piano.
Eras como la flor y los caminos:
fragancias y color ¡que no eran míos!
Te quise para mí y eras del aire
y del viento, la lluvia y el rocío...
Eras como la flor y los caminos.
Así, así te conocí
con tu pasado gris desnudo en el teclado.
Y el corazón, alondra volandera,
abierta en flor al filo de las penas.
Y así, desde que te perdí,
desentrañando tu destino en notas.
Te recuerdo y te lloro en cada tango
Te quise para mí, y eras del aire y del viento, la lluvia y el rocío