Hace algunas semanas se conmemoraron 12 años de la muerte de Jaime Garzón, y por todo el país hubo homenajes a su memoria, desparpajo y brutal sinceridad, que circunscribía magistralmente en un humor que nadie después de él ha logrado llevar a ese nivel, aunque muchos lo intentan y suelen tener fugaces destellos de genialidad.
Yo pensaba hacer mi homenaje en la fecha del aniversario, pero míreme usted, llegando tarde como siempre. Como sea que sea, la canción de hoy es una oda a la angustia y la impotencia que sentimos quienes vemos cómo impunemente matan nuestros mejores ciudadanos, los que tratan de abrirnos los ojos y evitar que nos comamos el cuento de que todo está bien.
A muchos de estos nos los han matado en las narices, mi memoria sólo da para nuestro querido Jaime Garzón, a quien va esta canción que, al tiempo que nos hace sentir vulnerables e impotentes ante la injusticia del mundo, nos salva de ir a ahorcarnos por el optimismo que pone en quien recoja sus semillas.
Yo pensaba hacer mi homenaje en la fecha del aniversario, pero míreme usted, llegando tarde como siempre. Como sea que sea, la canción de hoy es una oda a la angustia y la impotencia que sentimos quienes vemos cómo impunemente matan nuestros mejores ciudadanos, los que tratan de abrirnos los ojos y evitar que nos comamos el cuento de que todo está bien.
A muchos de estos nos los han matado en las narices, mi memoria sólo da para nuestro querido Jaime Garzón, a quien va esta canción que, al tiempo que nos hace sentir vulnerables e impotentes ante la injusticia del mundo, nos salva de ir a ahorcarnos por el optimismo que pone en quien recoja sus semillas.
RICARDO SEMILLAS (Nelson Osorio)
Ricardo bajó a la aldea estrenando amaneceres,
silbando canciones frescas sin olvidar sus quehaceres,
la aldea ese dia nuevo salió el sol muy en silencio,
y dejó que el aire tibio regara bien los sucesos.
ay ay ay ay, regara bien los sucesos
Ricardo reunió a los hombres y les hablo tan despacio,
palabras verde esperanza teñidas de sal y selva,
les dijo: "la vida es nuestra, también es nuestra la tierra,
y las palabras que traigo son semillas también nuestras"
ay ay ay ay, son semillas también nuestras
La aldea ese día luego, amarró el sol al recuerdo,
y sintió que el aire tibio se llenaba de sucesos.
Un disparo cortó el viento con sed de sangre emboscada,
y Ricardo dobló el cuerpo sin terminar la palabra,
Ricardo murió ese día, hermano de hombre y semilla,
murió mirando la vida que entre sus manos moría.
ay ay ay ay, que entre sus manos moría
ay ay ay ay, Ricardo murió ese día
Ricardo murió ese día haciendo bien sus quehaceres,
cayó sembrando semillas de nuevos amaneceres,
"la vida es nuestra muy nuestra, también es nuestra la tierra,
y las palabras que traigo son semillas también nuestras"
ay ay ay ay, son semillas también nuestras
Para Resaltar:
Murió mirando la vida que entre sus manos moría.